En este episodio, nos acompañó Juan José Leguía, Gerente del proyecto de descentralización del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) para hablar con Emil Salim sobre la importancia de los sistemas alimentarios para la subsistencia y el logro de la Agenda 2030.
Juan José tiene más de 3 años de experiencia trabajando en el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), especialmente como experto en el área de África Occidental y Central. Anteriormente, se desempeñó como Jefe de la Unidad de Ejecución del Primer Ministro en la Presidencia del Consejo de Ministros del Perú, como Director de Monitoreo de Política Social del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social del Perú y como consultor para el Desarrollo Agropecuario y Rural. del Banco Mundial. Juan José es ingeniero en industrias alimentarias de la Universidad Nacional Agraria La Molina y tiene una maestría en Gestión Social de la Pontificia Universidad Católica del Perú y otra maestría en asuntos públicos, economía y políticas públicas de la Universidad de Princeton.
La conversación inició abordando sobre cómo la construcción de sistemas alimentarios se relaciona no solo con erradicar el hambre, sino también con proteger el planeta. Juan José nos explicó que todos, tanto individuos como instituciones, somos parte de estos sistemas. Puntualizó que estos objetivos tienen 3 objetivos principales: 1) alimentar a la población, cuestiones de dietas saludables; 2) proveer de medios de vida adecuados a gente en ámbitos rurales; y 3) proteger el medio ambiente.
Para la segunda pregunta, Juan José resolvió la pregunta sobre cuáles son los desafíos para tener sistemas alimentarios resilientes e inclusivos que busquen el cumplimiento de la Agenda 2030 y explicó 4 grandes desafíos. Nos dijo que el primero se relaciona con la fuerte velocidad de urbanización del mundo, la cual cambia los patrones de consumo que, a pesar de provocar la sofisticación de los mercados, se generan espacios de desigualdades. El segundo reto lo relacionó con los rápidos avances de las TICs y cómo pueden ser una amenaza a la inclusividad de los sistemas si ciertos grupos tienen mayor acceso a tecnologías. Continuó explicando que otro reto es el incremento en el volumen de inversión en las actividades de mitigación y adaptación al cambio climático, pues todavía existe una brecha enorme para mitigar y adaptar al cambio climático. Finalmente, puntualizó el último reto de inversiones de cómo canalizar inversiones de largo aliento para que puedan llegar a las poblaciones más vulnerables que son parte de los sistemas alimentarios.
Juan José concluyó la segunda pregunta explicando que además de los retos visibles, hay otros costos escondidos y mencionó el Reporte Bandera del FIDA “Transforming food systems for rural prosperity”, en el cual invita a la transformación revolucionaria de los sistemas alimenticios y explica el reto de capturar los costos escondidos en precios de alimentos pagados por los consumidores.
Para concluir, Juan José respondió cómo es que el monitoreo y la evaluación contribuye a la innovación de sistemas alimentarios. En ese sentido, respondió que en sistemas tan complejos como los alimentarios, la bisagra debe ser el ciudadano y por ello, la focalización y la generación de micro y macrodatos deben de ser una prioridad, casi tanto como la generación de herramientas que faciliten aprendizajes continuos para una mejor rendición de cuentas. Continuó concluyendo que es fundamental que el MyE tenga una mirada más práctica y menos exhaustiva para pensar en los usuarios de la data generada.